Estudio y requerimientos previos
El primer gran desafío fue encontrar el lugar adecuado. La solución llegó en forma de una pequeña vivienda de apenas 30 m².
El diseño del centro partía de dos premisas.
La primera, encontrar la distribución adecuada. Dos salas de terapia, un baño adaptado y una zona de espera y recepción, todo ello encajado perfectamente en el limitado espacio disponible y cumpliendo las superficies mínimas de la normativa.
La segunda, crear un lugar donde la funcionalidad y la estética se unan y generen un ambiente propicio para la recuperación y el bienestar.
Propuesta de diseño
La personalidad de Adriana se refleja en cada detalle del centro. Optamos por el azul y el blanco como simbolos de serenidad y vitalidad, y la elección de materiales fue ideada para crear un ambiente cálido.
Gran parte del mobiliario fue diseñado por nosotros y fabricado a medida por un carpintero local.
Zona de espera: en este espacio compacto hemos integrado una acogedora sala de espera con un mostrador de recepción, que se convierte en el punto de distribución hacia el resto de las áreas del centro.
Aseo: el reto principal fue integrar un aseo adaptado que cumpliera con las dimensiones mínimas requeridas por la normativa, a pesar del espacio reducido de la edificación. Para lograr una estética agradable, utilizamos sanitarios que cumplen con las normas de accesibilidad, pero con un diseño cuidado. Se maximizó el espacio mediante una cuidadosa planificación de la ubicación y el diseño de las piezas sanitarias, además de la incorporación de una puerta corredera para facilitar el acceso.
Salas de terapias: Las dos salas de terapias tienen dimensiones idénticas, pero están diseñadas para distintos propósitos. Una de ellas combina una zona de tratamientos con un área de trabajo para atender a los pacientes, mientras que la otra ofrece un espacio abierto para ejercicios de recuperación. Para maximizar el almacenamiento, diseñamos muebles a medida en ambas salas que optimizan el uso del espacio disponible.
Resultado final
El enfoque propuesto no solo creó un espacio agradable para sus pacientes, sino que también forjó una identidad corporativa coherente con su propósito.
El Centro de Fisioterapia Cúrcuma es más que un lugar de trabajo, es la materialización de la pasión de Adriana por ayudar a los demás, un sitio donde cada día ofrece la oportunidad de marcar una diferencia en la vida de sus pacientes.
Fotografía: Jonatan Rodríguez